No tengo sensatez, ni me falta

Hacen falta muchas advertencias para que yo haga caso. Ni yo misma he logrado convencerme que hacer las cosas con tiempo es mejor, y además, más inteligente. Yo, la misma que me presio de ser una persona por sobre el nivel intelectual del común. No. No hago caso. Tengo que llegar al último día, ver como pasan volando los minutos y el tiempo se me hace una nada entre lo dedos.

La irresponsabilidad roza lo increíble cuando se trata de mí. No, no lo increíble, no quiero pecar de vanidosa, engrandeciéndome por hacer las cosas mal. Pero si me desconcierta, que sucediéndome una y otra vez, yo reincida, y lo vea suceder delante de mis narices y no haga nada por cambiarlo.

La conclusión es simple, es mi manera de ser, y luchar contra ella es como luchar contra la marea en una noche de luna llena. Es frustrante y a la vez reconfortante darse cuenta de que tu manera de ser es tan palpable que aun que adviertas que está mal, sigas creyendo en ella a ojos cerrados.

Teniendo la certeza de que así soy yo, nada puedo hacer contra eso. Aun que me moleste, me arda, me queme ser así. Aún que pase un día angustiada, siempre la satisfacción es mayor cuando, a pesar de empezar mal, a pesar de contar con poco tiempo, a pesar de las pocas ideas, a pesar de que me se irresponsable, a pesar de que odio ser así, contados todos los obstáculos, logro que me propongo.

Y la vida ha sido muy sabia al no proveerme de mesura y sensatez, cuando sé que conmigo no sirve de nada, cuando sé que no la necesito por que, sean como sean las cosas, siempre logro lo que quiero.

A mi mente no puedo negarle formular la pregunta, esa que desarma todos mis argumentos. ¿Qué pasará conmigo el día en que no llegue?

Yo no lo sé. Supongo que me iré a la cresta y hasta ahí llegó la maga. Pero también se que eso no pasará, por que mientas tenga las ganas y ponga en ello todos mis esfuerzos e inteligencia, nada puede negárseme.

Vanidosa, sí. Honesta, también.

Alguien querrá colgar mi cabeza, como símbolo de venganza, en su aniversario. Si lee esto (la única persona que podría hacerlo) supongo no entenderá nada de nada hasta el 27, quizás. y quizá más.

Ahora sí. Me voy a escribir. Y si no puedo: leeré, para inspirarme.

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