Desaparecida en acción

Ha sido una tarde inusual, por no decir que las días en que llueve no suelo encerrarme como hoy.

Ahora, con un tazón vacío que antes contenía café con leche dejando marcas en el mueble, veo fotos de Tom Felton y me pregunto por que nunca me fijé en él. Aún que aún recuerdo esa encantadora caída del huroncito saltarín predilecto de todas de la escoba en CS. Será por eso que me leí varios DMLL hasta saciarme, y no. Es mentira, sólo leí los que me parecieron decentes. Y lo eran en cierto modo, pero como siempre, obviando a la verdadera Luna.

Ni se por que hablo de esto, hoy han pasado mejores cosas. He hablado con César, con José, con Víctor Hugo. De música, de filosofía, de arte. Nunca tan profundo como suena. Y todo se presenta como la sospecha física de que este post no corresponde a ninguna lógica, pero para que engañarnos, quien sabe lo que es la lo(gi)ca incontrovertible (já, me gusta esa palabra) de las cosas cuando sólo respondemos ha análisis irrelevantes que nuestra cultura, de la que nos sentimos orgullosos, nos permite establecer. Y esto sólo al nivel más superficial de nuestro inconformismo. Por que finalmente a eso responde nuestra lógica, a sentirnos bien con nosotros mismos. Curiosamente siempre he respondido mejor al pensar que al ser y es por eso que, intuyo, me voy quedando.

Mi libro partido en tres me dice muchas cosas, pero a mi llegan otras. Ojalá pueda terminar, esta vez, de leerlo. Y de las, dos, formas que conozco. También espero que hayan otras formas y poder descubrirlas. Y ahí me quedo, como muchas otras veces.



La maga vuelve a cerrar el block de notas en blanco. Miente, con el título, y encima provicional. Pero en su mente se hayan muchas más cosas que si las hubiese materializado en palabras.

Espero algún día no tener que hacerme de un papel con lineas para poder escribir.



Rayuela me ha perturbado, como podrán ver. Pero por lo menos hoy conseguí a la Renata para mis primas, por que hoy, lluvioso y sangriento miércoles 13 de junio del 2007, a ya 8 (siete en verdad) días de cumplir casi las dos décadas de vivencias, puedo decir que Miñuñi ha fallecido y eso me ha dado mucha pena. La dureza me ha arrojado a no relacionarme mucho con los seres vivos diferentes a seres humanos o a plantas, pero ese hamster se ganó mi corazón, como Perro. Y lamento su partida.

Ay, me encanta Tommy.



Después de releer el post, la maga declara que: ha sido muy bizarro.